CELULARES EN LA CALLE,MICROS, NEGOCIOS ( HISTORIA REAL)

Hoy parecería que toda la gente habla sola, los ves por las calles, en el colectivo, dentro o fuera de los negocios y en otros tantos lugares, hablando por celular. Por eso es que no le di importancia a un señor algo robusto de unos cuarenta años , que pasó por mi lado hablando y riendo sólo. Al dar vuelta por la esquina volví a verlo en esa misma actitud y no me sorprendió porque como dije antes, hoy día es común ver todo el tiempo a personas que hablan ,gesticulan , se ríen y en realidad se están comunicando con otras personas a través de un celular e inclusive yo también lo hago.En eso oigo que me gritan "Ximena".En la vereda de enfrente estaba un chico muy amigo y también compañero del polimodal,al momento y al ver que Ezequiel estaba cerrando su auto, tomo yo la iniciativa de cruzar la calle para saludarlo.Allí fue que sentí que me tomaban por la espalda y luego me rodeaban dos brazos fuertes todo el cuerpo y me impedían movilizarme. Grité pidiendo socorro y mi amigo corrió en mi ayuda, pero este señor no lo dejaba aproximar, se ponía agresivo y gritaba "ya está, ya está".No entendía de explicaciones o razones, tampoco intentaba robarme o hacerme daño.Logré mirar la cara quien me tenia amarrada y era el señor robusto que pasó a mi lado hablando y riendo normalmente y al que yo hacía hablando por celular.Le ofrecí mi cartera, reloj, celular y hasta el abrigo que llevaba puesto para que me soltara.EL no emitía palabra y sólo me apretaba contra su cuerpo,. Cuando se acercaba Ezequiel mi amigo u otra persona ( ya que se empezó a amontonar gente él se ponía agresivo y entonces volvía a gritar "ya está , ya está"Por supuesto que llamaron a la policía,y los agentes dieron aviso a una ambulancia.Me hicieron muchas preguntas acerca de que si lo conocía o si lo había visto alguna vez y les dije que no y conté como sucedieron las cosas. Cuando llegó la ambulancia y los médicos y enfermeros lograron separarlo de mi, me abracé a Ezequiel y lloré por toda la angustia, miedo, y nervios que tenia contenidos.Ese señor, que según los médicos era un alienado mental, al verme llorar, se puso él también a llorar desconsoladamente. Me dio una pena inmensa, no sabré jamás que pasaría en esos momentos por su mente y cuando dos de los policías subieron con este señor enfermo a la ambulancia , alcancé a decirles que no le hagan ningún daño, porque él a mi no me había hecho nada malo. Quise contar esto porque fue algo insólito que me sucedió y que quizás pueda volver a suceder a alguien y es muy muy triste. Ximena.
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