LESBIANA HIPOACÚSTICA DE 51 AÑOS ENCONTRÓ SU PAREJA (HISTORIA REAL)

Soy Betty tengo 51 años y padezco sordera desde niña.Mi vida fue muy monótona y opaca. No había para mi grandes retos ni espectativas.Me crié bastante marginada de la sociedad y de la familia. Mientras mis hermanos ( una mujer y un varón) se iban a fiestas,reuniones y demás yo me quedaba en casa.Para todos era difícil integrarme a la sociedad y al mundo de ellos. No tenia posibilidades de un empleo, de independizarme, de tener amigas,ni de estudiar.Así me criaron.Era otra época. Hace cerca de dos años como mis padres son muy mayores y necesitan cuidados, la casa es antigua y muy grande., mi familia decidió poner una empleada para que me ayudara en la atención de mis padres , en la limpieza de la casa, mandados y demás.Así fue que conocí a Sarita. Ella es una mujer de 56 años, un ángel que Dios envió a mi vida. Es como yo soltera y ni bien nos conocimos sentimos ambas una atracción mutua. Confieso que siempre tuve una gran tendencia por mi propio sexo. Cuando miraba telenovelas, soñaba con el amor de una gran mujer. A esta edad cuando ya mis esperanzas de encontrar el amor estaban casi derrumbadas, aparece Sarita y me da la felicidad que nunca tuve e hizo realidad todos mis sueños. Actualmente somos pareja, ella al principio trabajaba en casa de día. Luego sugerí la idea de que su empleo fuese con cama adentro y ella vive conmigo y mi familia todo el tiempo. Mis padres y hermanos no saben nada de que somos pareja. Soy una soñadora y aún me parece más romántico escaparme a su habitación o que ella en la madrugada me despierte con un abrazo apareciendo en la mía. Aclaro que mis hermanos no viven en la casa porque ambos tienen sus propias familias. A veces vienen mis sobrinos adolescentes a dormir, creo que uno de ellos el mayor, se dio cuenta de que algo pasa entre nosotras, pero es muy amoroso y lo disimula y no contó nada a nadie.Quizás algún día y de a poco blanqueemos esta situación. Lo importante es que nos amamos, Sarita no tiene familiares en Buenos Aires, es del interior. Cuando sus padres se enteraron de que era lesbiana la echaron de la casa y ella vino a la Capital. Eso fue hace muchos años y nunca más los vio. Una sobrina que vive en Capital con su marido e hijos se trata con ella y a veces vienen a visitarnos. Tenemos muchas ilusiones para el futuro, hasta de adoptar una niña.Escribí mi humilde historia porque quería decir a todos que por primera vez en la vida soy feliz y Dios permita que muchas mujeres que están en una situación igual, parecida o semejante a la mía o que sufren porque perdieron las esperanzas ya sea por un impedimento físico o por la edad o lo que fuere, sean felices. Tengan fe, mientras haya vida hay esperanzas para todos. Felicidades. Betty.
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